La primera causa la introdujeron las ideologías antifamiliares: marxismo, feminismo radical, el movimiento de la revolución sexual. Todas, cada una a su modo, presentaron la familia como una institución opresora, nacida de una cultura impuesta por los poderes dominantes. También la Escuela de Frankfurt se levantó en armas contra la «familia burguesa». Unos y otros trataron de mostrar que los valores familiares (fidelidad, sacrificio, autoridad...) eran en realidad un consuelo para gente oprimida; un instrumento al servicio de la sociedad capitalista.
