MÁXIMO EL CONFESOR, Tratados espirituales

Máximo el Confesor (también conocido como Máximo el Teólogo y Máximo de Constantinopla) (c. 580-662) fue un monje, teólogo y erudito cristiano. En su juventud, fue funcionario y asesor del Emperador bizantino Heraclio, pero dejó el servicio público para dedicarse a la vida monástica.
Después de mudarse a Cartago, estudió las obras de varios pensadores neoplatónicos y se convirtió en un escritor prominente. Cuando uno de sus amigos empezó a adoptar la postura cristológica conocida como monotelismo, Máximo se vio involucrado en la controversia teológica, en la cual apoyó la postura calcedoniana que afirmaba que Jesús de Nazaret tenía voluntad tanto humana como divina. Sus posiciones cristológicas fueron perseguidas y llevaron a su tortura y destierro, durante el que murió. Sin embargo, su teología fue confirmada por el Tercer Concilio de Constantinopla y fue venerado como santo poco tiempo después de su muerte y uno de los teólogos más importantes de la época patrística.
Su festividad se celebra el 13 de agosto. Su título de «confesor de la fe» significa que sufrió por la fe cristiana, pero no murió mártir. Su Vida de la Virgen es considerada la primera biografía completa de María, madre de Jesús.