MARTÍN DE LA HOZ JOSÉ CARLOS La Virgen y la misericordia


 En la vida cristiana, Dios ha querido que tengamos una madre en la tierra y una madre en el cielo. De hecho, en el momento culminante de la muerte redentora de Jesús en la cruz, nos entregó a su Madre por madre nuestra en la figura del apóstol Juan: «Ahí tienes a tu madre» (Jn 19, 25). Y, como añade el evangelio: «Y el discípulo la recibió en su casa», es decir, la metió en su vida, la tomó como madre y cuidó de ella.