HILDEBRAD DIETRICH VON La encíclica humanae vitae signo de contradicción


 Importa poner de relieve el gran misterio que Dios ha confiado a la unión del amor más íntimo: el origen de un hombre nuevo. Precisamente en el fondo de la dignidad y belleza del acto matrimonial como donación personal mutua e irrevocable, en la que ambos cónyuges "son una sola carne", resplandece con una dignidad y grandeza sublimes la relación misteriosa de ese acto con el origen de un hombre nuevo.