Los datos estadísticos oficiales sobre la religión católica se publican en el Anuario Pontificio1. Su lectura permite concluir que asistimos a un crecimiento global del número de bautizados, que va en paralelo con el aumento de la población mundial: hay más católicos en números absolutos, pero no cambian los porcentajes en números relativos. Si añadimos los datos de los catecúmenos que se incorporan en la Vigilia Pascual en algunas diócesis del mundo2, se constata el florecimiento de la iniciación cristiana de adultos. La Iglesia universal y cada iglesia particular aguarda expectante a la Noche Santa de Pascua para asistir al "parto" de quienes van a renacer del agua y del espíritu (Jn 3,5) para convertirse en hijos de la luz (Jn 12,36; Ef 5,8; 1 Ts 5,5). Un nacimiento que debe ser preparado y acompañado por toda la comunidad cristiana.
