POSSENTI VITTORIO Dios y el mal

Si existe una herencia del siglo XX, acaso el más oscuro y sangriento de la historia humana, no puede ser otra que la inquietante pregunta sobre el mal. El pensamiento antiguo inició una gigantomaquia en torno al ser y al devenir, cuyo desarrollo dura todavía; en nuestro tiempo, a su vez, se anuncia una gigantomaquia en tomo al mal. Son famosas las palabras de San Jerónimo a propósito del libro de Job, estrella polar y hontanar para la meditación del dolor humano: «Explicar a Job es como intentar retener entre las manos una anguila o una pequeña morena: cuanto más fuerte las aprietas, más veloces se te escapan de entre los dedos»; y esto, a pesar del esplendor de los símbolos y de la profundidad de los argumentos que el libro contiene.