ALTAREJOS FCO. NAVAL CONCEPCIÓN, Filosofía de la educación

Se puede y, en ocasiones, se debe divulgar el saber; pero no a través de un manual; divulgar es irremediablemente vulgarizar, y ni la ciencia ni la filosofía son cosas vulgares. 
La misión de un manual no es divulgar, sino exponer y explicar lo elemental de la disciplina; y ésta es una de las tareas más arduas del especialista o experto. 
Los “elementos” son los fundamentos o primera materia de la realidad y del pensamiento; los que sustentan las verdades y, al tiempo, fecundan los interrogantes de la investigación. Enunciar armónicamente ambas vertientes es posiblemente el gran reto científico y pedagógico que supone escribir un sencillo manual.
No es ponerse la venda antes que herirse, sino avisar lealmente de las dificultades que el lector puede encontrar. Y es también una implícita invitación a comunicar a los autores críticas y sugerencias que puedan mejorar el texto, en todas sus dimensiones.