Tihamér Tóth EL MATRIMONIO CRISTIANO

El hombre moderno ha logrado, con descubrimientos incomparables, levantar cada vez más el velo del rostro oculto de la Naturaleza; el hombre moderno ha creído que también podía resolver el problema del matrimonio a su antojo, buscando soluciones meramente humanas.

Pero ha tenido que sufrir un gran desengaño. Ha tenido que darse cuenta, después de sufrir muchas experiencias dolorosas, que el matrimonio no es un problema de matemáticas que él pueda resolver del todo con su razón. No. El matrimonio viene a ser «una ecuación con varias incógnitas»; problema que no puede resolverse con las matemáticas humanas, porque el matrimonio — según la expresión de San Pablo— es «misterio grande» (Ef 5, 32), y el maestro, que puede resolverlo, no es sino el hombre que radica en Dios.