Para la persona corriente, alejada del estudio académico de la Teología, pocas cosas hay más espirituales que la teología, así que la expresión que une ambas palabras explica pocas cosas. Para el teólogo, también toda la teología es espiritual porque habla de la vida de Dios y del hombre, y en ese intercambio la dimensión espiritual abarca todos los aspectos. De ahí que un tratado a se sobre la teología que sea espiritual tampoco tendría mucho sentido. Sin embargo, aquí se presenta un manual de Teología Espiritual, porque para nosotros sí que tiene sentido una teología espiritual en cuanto teología de la vida espiritual, en la que la perspectiva unitaria básica procede de la consideración de la persona cristiana y su vivir concreto, diario.
