que habiéndose dedicado por su consejo a los ejercicios de una vida retirada y piadosa, no permaneció constante en sus propósitos, y llevado del amor de una joven, por nombre Hermiona, aflojó la rienda a los caprichos de la juventud.
San Juan Crisóstomo lo exhorta y anima a hacer penitencia y dedicarse como antes a la vida de retiro.
El resultado de las cartas fue la conversión de Teodoro, que juntamente con Máximo y Basilio, amigos de San Juan Crisóstomo, volvió a hacer con ellos una vida de recogimiento y perfección, semejante a la monástica 2. consagrada al estudio de la Sagrada Escritura y de los ejercicios piadosos, bajo la dirección de Diodoro, que después fue Obispo de Tarso, en Cilicia, y de Carterio. que juntamente con Diodoro tenía el cuidado de los monasterios de Anlioquía.