MILÁN FERNANDO Libros proféticos

A los ojos de sus discípulos Jesús es «un profeta poderoso en obras y palabras» (Lc 21,19). Algunos de sus contemporáneos le sitúan en la línea de Jeremías o de Elías (Mt 16,14) o, incluso, como «el profeta que viene al mundo» (Jn 6,14). También los evangelios muestran que Jesús es, como otros profetas (cfr. Dn 9), capaz de interpretar las Escrituras. Sin embargo, no es un profeta cualquiera. Él habla de sí mismo y aclara el sentido profundo de los textos cuando se los aplica a su figura y a su misión. Así sucede, por ejemplo, cuando en la sinagoga de Nazaret Jesús, después de leer Is 61,1-2, proclama abiertamente: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».