BASTERO JUAN L. FIDALGO JOSÉ M Mariología

 María nació en Palestina hace ya más de dos mil años. Llevó una vida sencilla y humilde. Dios se encarnó en su seno virginal… En la Iglesia siguen resonando aquellas palabras del Magnificat «me llamarán bienaventurada todas las genernaciones». En efecto, nadie en toda la historia ha sido tan querida y venerada como la Virgen María, elegida para ser Madre de Dios, Madre del Verbo Encarnado, Nuestro Señor Jesucristo. ¡Cuántas personas han llevado su nombre! ¡Cuántas oraciones, cuántas súplicas, cuántas alabanzas! Templos y santuarios se han dedicado a ella en los cinco continentes. La Iglesia propone su vida como modelo y anima a sus hijos cristianos a recurrir continuamente a su cuidado maternal.