a) primero, precisaremos cuál es el objeto o realidad sobre la que versa la Teología Espiritual y ofreceremos algunos intentos de definición (Capítulo I);
b) después, analizaremos los hechos que condujeron a la aparición, a través de una historia no exenta de avatares, de esta rama de la Teología (Capítulo II);
c) y finalmente, procederemos a situar a la Teología Espiritual en el conjunto del saber teológico, exponiendo sus diferencias y relaciones respecto a otras especializaciones teológicas y describiendo sus fuentes y su método, para concluir con una referencia al esquema que seguiremos en el resto del tratado (Capítulo III).