MARTÍNEZ LUIS MARÍA Los dones del Espíritu Santo

Como hace veinte siglos, en la próxima solemnidad de Pentecostés, el Espíritu Santo descenderá sobre nuestras almas, las llenará con su luz, las caldeará con su fuego, las visitará con su unción.
Y así como los Apóstoles se prepararon hace diecinueve siglos para recibir el Don de Dios en el recogimiento, en la oración, y unidos con la Santísima Virgen María, así nosotros queremos también consagrar estos días a una preparación intensa de nuestras almas, para que en el día sacratísimo de Pentecostés el Espíritu Santo las llene con su luz y con su amor.