No obstante su inmensa y profunda labor de apologista cristiana, probablemente el mayor de su siglo, lo ruidoso de su conversión y la gran parte, que le corresponde en la expansión del catolicismo en Inglaterra, la vida del cardenal Newman es casi desconocida. Por eso no podíamos contentarnos con una crónica periodística para recordarlo.
Las vicisitudes dramáticas de su conversión, narradas por él mismo en este libro, clásico ya desde su aparición, tienen el interés eterno de las grandes tragedias íntimas, y va unido o forma parte de uno de los períodos más interesantes de la vida religiosa moderna de Inglaterra.
