SAN AGUSTÍN Obras completas tomo 14

De los cuatro Evangelios, o mejor, de las cuatro libros de un mismo Evangelio, el apóstol San Juan, merecidamente comparado con el águila en sentido espiritual, es el que ha remontado su exposición a un grado más alto y más sublime, queriendo con ello elevar también nuestros corazones. Los otros tres evangelistas hablaron del Señor como de un hombre que pasa por la tierra, y poco dijeron de su divinidad. Pero éste, como sintiendo asco de arrastrarse por la tierra, según lo manifestó en el comienzo de su Evangelio, se elevó no sólo sobre la tierra y sobre los espacios aéreos y celestes, sino sobre los mismos escuadrones angélicos e invisibles potestades, llegando hasta Aquel por quien fueron hechas todas las cosas, diciendo: En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. El estaba en el principio en Dios. Por El fueron hechas todas las cosas, y nada se ha hecho sin El. Dijo cosas en consonancia con este comienzo, hablando de la divinidad del Señor como ningún otro ha hablado.