«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». Estas palabras de la Encíclica Dios es amor considero que son la clave de lectura para las páginas que siguen. Y ello es así porque el objetivo propuesto es redescubrir el acontecimiento narrado en el Evangelio, volver a encontrarnos con Dios. Para ello, salimos al paso de su Enviado, el Verbo hecho carne, es decir, el Hijo de Dios hecho hombre, Jesucristo.