IRABURU JOSÉ MARÍA, Elogio del pudor

La castidad es una virtud que, bajo la moción de la caridad, orienta al bien el impulso genésico humano, tanto en sus aspectos físicos como afectivos. Implica, pues, en el hombre libertad, dominio y respeto de sí mismo, así como caridad y respeto hacia los otros, que no son vistos como objetos, sino como personas. Como es una virtud, la castidad es en la persona una fuerza espiritual, una inclinación buena, una facilidad para el bien propio de su honestidad, y consiguientemente una repugnancia hacia la lujuria  que le es contraria.