PARROT ANDRÉ El Gólgota y el Santo Sepulcro

El recuerdo de Jesús no puede quedar vinculado solamente a unos lugares fijos. Esto no quiere decir que para un creyente pueda resultar indiferente el saber que en un momento dado y con las mayores garantías de certidumbre, se encuentra delante de las huellas de Aquél que con sus pies pisó el suelo de Jerusalén, y a quien durante la noche del Viernes Santo se le destinó la losa fría de una tumba judía para «descansar su cabeza».