ECHEVARRÍA JAVIER, Meditaciones para la Semana Santa
Jesucristo, que es Dios, se contenta con un borriquito por trono.
Nosotros, que no somos nada, nos mostramos a menudo vanidosos y
soberbios: buscamos sobresalir, llamar la atención; tratamos de que los
demás nos admiren y alaben.