Hay quienes piensan que ocuparse de los vicios y los pecados, y predicar sobre ello es tarea negativa: que sume en el moralismo, la instrospección intimista o individualista. No lo es, si -como en estas páginas- se los muestra como lo que son: lazos que impiden volar hacia el amor de Dios. Rotos los lazos, la amistad con Dios, la caridad, despliega sus virtudes en un vuelo ascensional.Los vicios capitales con presentados en estas páginas desde una perspectiva predominantemente religiosa. Y se los enfoca no sólo en su aspecto subjetivo e individual, sino también como ellos se organizan en cultura y en civilización; como son glorificados por la industria del espectáculo. Así como el autor ha examinado en otras obras suyas la civilización de la acedia, esboza en estas páginas el perfil de la civilización de la gula, la lujuria, de la avaricia, de la tristeza... Nos hace atentos al hecho de que los vicios de la carne se organizan en forma de vicios del mundo. Una ciudad asentada sobre las colinas de los siete vicios del mundo. Una ciudad asentada sobre las colinas de los siete vicios capitales.Este es un libro práctico y destinado a la práctica. Fue madurando y puliéndose en una larga experiencia de dar ejercicios. Las fichas inciales se demostraron, con el tiempo, útiles no sólo para el uso individual, sino para ser empleadas en ejercicios abiertos a grupos numerosos. Ha sido usado tanto en parroquias como entre estudiantes universitarios y secundarios.