En contra de eso está, además del uso diario de la verdad, de los avances en las ciencias y de los progresos en nuevas tecnologías, la comprobación de cambios de posiciones en el pensamiento filosófico, hacia más o menos verdad o hacia más o menos falsedad. Cabe, por tanto, preguntarse por las condiciones teóricas de posibilidad de esos cambios. Pero a poco que se reflexione, se observa que de lo que se trata es de la mutabilidad de la verdad lógica, es decir, de la verdad que se da en el entendimiento que juzga.