ZUÑIGA ALBERTO El desorden moral de la anticoncepción

Si la vida de cada ser humano es sagrada, porque procede de Dios, la fuente de la vida, el acto sexual, merece un respeto especial.
¿Qué podemos pensar de la anticoncepción? ¿Qué podemos pensar de todos aquellos medios que se utilizan para impedir que el acto sexual cumpla la función natural que Dios quiso que cumpliese?
La falta de formación, la influencia del ambiente y la pérdida del sentido de pecado han difundido enormemente el uso de los anticonceptivos entre los esposos cristianos. Dios parece que se ha "eclipsado" en la vida diaria del hombre contemporáneo. Y ello lleva a la deshumanización y descristianización del modo de transmitir la vida.