Aquí se encuentran sólo cincuenta canciones, de los ochenta y cinco cantos que componen toda la obra, que la inspirada “Cítara del Espíritu Santo”, San Efrén, diácono de Edesa, escribió para requebrar a la terrible muerte. Las canciones, llamadas Endechas, son composiciones breves con estrofas de doce, diez, seis y cuatro versos, terminados siempre por un estribillo; las cantaban el pueblo en las iglesias, en las calles y en el hogar, añorando en ellas a las personas queridas arrebatadas por la muerte.