FIDALGO JOSÉ M. Teología de la Creación

Como afirmaba Max Planck, la ciencia conduce a un hombre sin prejuicios a «la impresión de que la Naturaleza estuviera regida por una voluntad inteligente». Pero la verdad de fe de la creación se mueve en un plano diferente –articulable y nunca contradictorio– al de la investigación científca. Cuando la Sagrada Escritura y el Credo hablan de la creación no hablan de ciencia, sino que hacen una confesión de fe. Decimos en ella que existe un único Dios, causa soberana del mundo, cuyo impulso es el amor.
Dios, en efecto, crea con verdad, con poder y con amor. Crear quiere decir, sobre todo, producir ser, producir bien: hacer participar del Ser y del Bien.
Afirmar la creación es así un modo de alabar a Dios.