ORELLANA LORENZO Ave María

“El hombre necesita de la oración para permanecer sano espiritualmente. Sin embargo, la oración solo puede brotar de una fe viviente. Pero la fe –y con esto se cierra el círculo– solo puede ser viviente si se ora. La oración no es una actividad que pueda ejercitarse o abandonarse sin que la fe sea por ello afectada. La oración es la expresión más elemental de la fe, el contacto personal con Dios, al que fundamentalmente está enderezada la fe. Es posible que la oración deje de fluir durante algún tiempo sin que la fe se atrofie, pero a la larga es imposible creer sin orar, así como no se puede vivir sin respirar.”

Romano Guardini