CATALINA DE SIENA, El diálogo (versión española de 1797)

 Sus hagiógrafos sostienen que en 1370 recibió una serie de visiones del infierno, el purgatorio y el cielo, después de las cuales escuchó una voz que le mandaba a salir de su retiro y entrar a la vida pública.​ Comenzó a escribir cartas a hombres y mujeres de todas las condiciones y mantuvo correspondencia con las principales autoridades de los actuales territorios de Italia, en la que rogaba por la paz entre las repúblicas de Italia y el regreso del Papa a Roma desde Aviñón. Mantuvo de hecho correspondencia con el papa Gregorio XI, a quien emplazaba a reformar la clerecía y la administración de los Estados Pontificios.