BETETA PEDRO Descubriendo a san José en el Evangelio

 

El Evangelio dice todo lo que Dios quiere revelarnos. Nada omite, salvo aquellas cosas que el hombre con su amor a Dios puede por su cuenta descubrir. La fe busca entender y el cristiano –un ser que ama a Cristo– necesita esforzarse en penetrar cada día más en la Sagrada Escritura.

Durante los primeros siglos los cristianos tuvieron en segundo plano a san José. Las alabanzas de los santos Padres se encaminaron a resaltar a José como «varón justo»

rodeando su silencio de abundantes virtudes, ante el protagonismo de Cristo, Señor de la historia. Se ensalzó, por ejemplo, su humildad sublime, su obediencia fidelísima, etc.

Pero esta devoción al Santo Patriarca, que comenzó siendo una semilla recibida de la tradición viva de la Iglesia, ha alcanzado en nuestros días una gran madurez. En este proceso han cooperado multitud de santos y no pocos teólogos.