El de abrirle caminos para la paz y el sosiego interiores, a través de la unión con Dios, en la integración plena de sí mismo. Para Osuna, la verdadera sabiduría de la vida no reside en la mera reflexión filosófica ni en el ascético estudio intelectual, sino en la oración, como entrega definitiva, total y permanente del hombre a Dios.
Francisco de Osuna aceptó la experiencia de la espiritualidad del recogimiento, vivida en los recolectorios franciscanos; la vivió personalmente, la codificó en el Tercer Abecedario espiritual y abrió el cauce más interesante en la espiritualidad española desde 1527 a 1559.
Osuna es el autor espiritual más leído entre 1527 y 1560. Sus obras en castellano alcanzaron cerca de 40 ediciones; de sus obras latinas; siete merecieron ser traducidas en todo o en parte a varias lenguas.
