MERTON THOMAS, Semillas de contemplación

 No te apresures mucho al leer este libro. No formes en seguida conclusiones ni des un contexto teológico propio a los pasajes en que el autor hace una afirmación que acaso no esté completamente explicada. Suspende tu juicio, si quieres, hasta haber ajustado tal afirmación con el resto del libro. No hay en él intento de ser sistemático, pero un capítulo tiende a corregir otro. Lo que se dice de la soledad debe entenderse a la luz de lo que se dice de la unión de todos los hombres en Cristo. Lo que se dice de la renunciación en la última parte del libro no debe hacerte olvidar lo dicho al principio acerca de la naturaleza.