El estilo es sencillo y sobrio. Sin embargo, la conmoción del corazón hace la palabra significativamente vibrante por momentos. Da la impresión de que muchos pasajes transmiten a las meditaciones el sabor del testimonio. Sólo puede hablar así quien ha entregado y entrega su propia vida a la realización del Reino en el seguimiento amoroso y perseverante de Jesús; sólo puede hablar así quien ha vivido y vive la compasión y la solidaridad con el mal y los sufrimientos del mundo manteniendo la mirada fija en los horizontes eternos que abren a la esperanza. En virtud de este valor de testimonio, cada una de sus palabras resulta nueva y estimulante.
MARTINI CARLO MARÍA No nos perdamos en palabras
Estas páginas no se presentan como un comentario del padrenuestro en clave exegética o espiritual. Pretenden, más bien, acompañar al lector por un camino que le lleve a descubrir los inagotables tesoros de una oración. que, con toda justicia, ha sido definida como “breviarium totius Evangelii”.
El estilo es sencillo y sobrio. Sin embargo, la conmoción del corazón hace la palabra significativamente vibrante por momentos. Da la impresión de que muchos pasajes transmiten a las meditaciones el sabor del testimonio. Sólo puede hablar así quien ha entregado y entrega su propia vida a la realización del Reino en el seguimiento amoroso y perseverante de Jesús; sólo puede hablar así quien ha vivido y vive la compasión y la solidaridad con el mal y los sufrimientos del mundo manteniendo la mirada fija en los horizontes eternos que abren a la esperanza. En virtud de este valor de testimonio, cada una de sus palabras resulta nueva y estimulante.
El estilo es sencillo y sobrio. Sin embargo, la conmoción del corazón hace la palabra significativamente vibrante por momentos. Da la impresión de que muchos pasajes transmiten a las meditaciones el sabor del testimonio. Sólo puede hablar así quien ha entregado y entrega su propia vida a la realización del Reino en el seguimiento amoroso y perseverante de Jesús; sólo puede hablar así quien ha vivido y vive la compasión y la solidaridad con el mal y los sufrimientos del mundo manteniendo la mirada fija en los horizontes eternos que abren a la esperanza. En virtud de este valor de testimonio, cada una de sus palabras resulta nueva y estimulante.