No se trata de una colección de consideraciones teóricas —aunque tengan siempre presente la doctrina católica— sino de experiencias, de sugerencias concretas para ir alcanzando la vida interior (tan necesaria para todos nosotros, excesivamente apegados a las cosas exteriores), a fin de que teniendo a Dios en lo más íntimo de nuestra alma, podamos ser portadores de Dios, otros Cristos