De una serie a otra, volvemos a encontrar las ideas que más le gusten: la de la ignorancia que salva (pues Dios se apiada de ella), la de la última redención de los pecadores, cuya fe confiada en la hora postrera «roba el Paraíso», la del Amor divino que se rebaja hasta tener sed del nuestro.
«Las siete últimas palabras de Cristo» son una evocación sobrecogedora del drama del Gólgota; el autor revela en ellas un dominio y una sobriedad sorprendentes. Es una de sus obras más hermosas.