El Paraíso es un tema fundamental de la fe cristiana. Basta pensar que la Biblia se abre con el Paraíso terrenal y se cierra con la imagen de la nueva Jerusalén que desciende del cielo, dispuesta como una esposa adornada para su esposo. El Paraíso está al inicio y al final de la historia de la salvación: la expulsión del Paraíso marca la fase de la historia de la humanidad sometida al imperio de las tinieblas. Ningún hombre pudo entrar en él antes de que Jesucristo redimiera el mundo con su muerte en la Cruz. El ladrón arrepentido entró con Jesús, junto con todo el batallón de hombres justos que aguardaban ese momento desde los albores de la historia de la humanidad. Jesucristo reconquistó el Paraíso perdido derramando su sangre.