RUBIO ANTONIO, Cincuenta santos para llevar en el bolsillo

¿Qué pueden tener en común un pescador de la Galilea de hace 2.000 años con una monja de clausura llamada Teresa de Lisieux, o con un lord canciller de Inglaterra llamado Tomás Moro, fiel a Dios y a su conciencia ante el dilema de justificar las arbitrariedades de su rey? ¿Y qué pueden tener en común un místico como san Juan de la Cruz con un teólogo como santo Tomás de Aquino, o con un converso como Pablo de Tarso? El denominador común lo ha sabido poner bien en el candelero Antonio Rubio Plo en estas páginas, que ha titulado 50 santos para llevar en el bolsillo:  se llama santidad; o sea alegría, fe, esperanza y amor.