MARMION COLUMBA BEATO, Sufriendo con Cristo

El sufrimiento es un fenómeno universal. Nadie puede escapar a sus ataques y él acecha al hombre desde su llegada a este mundo y le acompaña lauta su último suspiro.
Bajo su influjo están todos los hombres y todo cuanto hay en el hombre, cuerpo, alma, corazón, espíritu, todo es abarcado por él. Su dominio se extiende tanto como las potencias del hombre.
A semejanza de la Cruz, su símbolo más perfecto y expresivo, el sufrimiento es también para unos motivo de “escándalo”, para otros “locura"; y para otros, sublime prueba de fidelidad, precioso medio de perfección, germen fecundo de gloria.