SCHEEBEN M.J., La maravillas de la gracia divina

No carecería de interés realizar una encuesta entre los católicos no ya de nombre, sino verdaderamente prácticos, es decir, entre aquellos que creen en Dios, en la revelación, en el magisterio infalible de la Iglesia y se acercan periódicamente a los sacramentos. El siguiente cuestionario podría ser el objeto de la misma: ¿Sabes que por la gracia, además de verte limpio del pecado mortal y vigorizado en tu voluntad para la lucha, eres amigo del Todopoderoso y quedas elevado a la categoría de hijo adoptivo de Dios y hermano de Jesucristo; que tu alma queda misteriosa y maravillosamente renovada, envuelta como en resplandores sobrenaturales?