PEÑA ANGEL, Santa María Magdalena Pazzi

Se le ha llamado el serafín del Carmelo por su amor intenso a Jesús, que se le aparecía a veces bajo la figura de un Niño o como adulto. Cuando estaba enferma en cama, solía tener siempre un crucifijo en las manos para sentir consuelo y fortaleza para seguir adelante en su camino de víctima por la salvación de los demás. Su lema era: Padecer y no morir.
En su comunidad fue un ejemplo para todas. Fue maestra de novicias y subpriora. Tenía carismas como el de profecía, conocimiento sobrenatural y el de curar enfermos o hacer milagros.


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