MARTÍNEZ SIERRA ALEJANDRO, Antropología teológica fundamental

La denominación moderna de Antropología teológica fundamental no se debe a un cambio caprichoso, para revestir lo viejo con un ropaje superficial nuevo. El misterio del hombre es hoy objeto de un estudio pormenorizado en la cultura moderna. De ahí los variados apellidos que recibe la antropología. Responde todo ello al diálogo interdisciplinar. La teología ha sido llamada a participar en esta tarea. Su visión tiene una particularidad. Examina al hombre desde la fe. Si la revelación cristiana lleva al conocimiento de Dios más allá de lo que la razón humana puede alcanzar, algo similar puede afirmarse respecto del hombre. El concilio Vaticano II afirmó que en la encamación Dios se puso al lado de cada hombre y descubrió al propio hombre la grandeza de su dignidad. «En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encamado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación»