Estas páginas, amigo lector, se han escrito para que tengas la certeza de que tu actitud de cristiano es verdaderamente razonable. Ellas pueden ayudarte a responder a los críticos y, al mismo tiempo, a progresar en tu fe.
Sin embargo, no esperes demasiado de la dialéctica. Harás mucho más por Cristo y por los demás con tu oración y tu forma de vida, siguiendo las huellas del Maestro.
De esta forma toda tu vida y toda tu persona serán una respuesta a la interrogación de los que no creen, y quizá algún día tendrás la sorpresa y la dicha de que un amigo te pregunte: «¿Dime, tú que eres un verdadero cristiano, en qué razones fundamentas tu fe?»
Sin embargo, no esperes demasiado de la dialéctica. Harás mucho más por Cristo y por los demás con tu oración y tu forma de vida, siguiendo las huellas del Maestro.
De esta forma toda tu vida y toda tu persona serán una respuesta a la interrogación de los que no creen, y quizá algún día tendrás la sorpresa y la dicha de que un amigo te pregunte: «¿Dime, tú que eres un verdadero cristiano, en qué razones fundamentas tu fe?»