Los estudios que componen Las virtudes fundamentales, y cuya traducción ha sido en su conjunto esmeradamente revisada por el prof. Juan José Gil Cremades, constituyen (como se aprecia ya al ver sus títulos) todo un tratado completo, no sólo de los fundamentos de la Ética, sino también de los de la Teología moral. Si Filosofía y Teología confluyen siempre, y en realidad no puede darse propiamente la una sin la otra, especialmente ocurre así al estudiar el hombre. Teniendo esto en cuenta y las características generales de la investigación de Pieper que intentaremos sintetizar, no cabe duda de que estamos ante una obra maestra, tanto por lo que logra decir acerca del hombre, de su ser y de su acción, de su entorno y de su fin, como por el acopio de estímulos y perspectivas que abre a la permanente novedad de la vida humana.