Esta obra abre al lector una puerta a la esperanza, un camino para superar la apatía y el pesimismo, el miedo. A lo largo de sus cinco capítulos se va poniendo de manifiesto donde está la verdadera fortaleza de los humanos, los débiles. El autor no tiene miedo a mostrar las debilidades, miserias y desconfianzas de los que luego fueron las grandes figuras del Antiguo Testamento como Abraham, Moises o David. Lo mismo al hablar de los discípulos de Jesucristo y de cómo todos ellos, antes dubitativos y miedosos, " transformados por el Espíritu" se vuelven valientes, fuertes, decididos, fieles hasta el heroismo. Saber de dónde viene la fortaleza es ponerse en camino.