El problema del asentamiento de los israelitas en Canaán y de la formación de las doce tribus es el más difícil de toda la historia de Israel. Sin embargo, cuando se lee la Biblia, las cosas parecen bastante simples. Después de un intento de penetrar en Canaán por el sur y fracasar, las doce tribus, que habían salido de Egipto bajo la guía de Moisés, dan un largo rodeo por el desierto y llegan a Transjordania. Vencen a Sijón, rey de Jesbón, y a Og, rey de Basán, y se apoderan de sus países, acampando en las llanuras de Moab. Moisés reparte el territorio conquistado entre Gad y Rubén. A la cabeza de las doce tribus, Josué atraviesa el Jordán; la toma de Jericó y Ay le abre el camino hacia el centro de Canaán. Una campaña en el sur y otra en el norte aseguran el dominio de los israelitas sobre todo el país; sólo quedaba repartirlo entre las tribus. Así, pues, la Biblia presenta el asentamiento en Canaán como una conquista militar y rápida de todo el país, realizada por todas las tribus bajo el mando de Josué.
LEER LIBRO