El nombre y la fama de Feuerbach han vuelto a ponerse en auge, sobre todo en este segundo período postbélico con el ocaso de los sistemas especulativos: de tal modo que podemos hablar, en efecto, de una interesante y en absoluto inútil Feuerbach-Renaissance.
La esencia del cristianismo, obra de la primera madurez (1841), polariza toda la producción de Feuerbach. Esta obra, que tuvo escasa resonancia en su tiempo y fue motivo de irrisión por parte de los adversarios, es una piedra miliar del pensamiento occidental, tanto por su crítica a la dialéctica hegeliana a la que se contrapone como por la búsqueda y determinación del dinamismo de la conciencia religiosa, de sus dogmas y de sus manifestaciones fundamentales: un campo de análisis particularmente actual hoy, que gran parte, incluso de la teología católica, trabaja y escribe a la sombra del principio feuerbachiano de que «el secreto de la Teología es la Antropología».
Este estudio quiere poner de relieve sólo la línea especulativa, dialéctica y existencial, de La esencia del cristianismo para que sirva de estímulo a la reflexión sobre la preocupante y penosa situación de la conciencia religiosa y especulativa de nuestro tiempo.
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