Fernando Ocáriz, L. Mateo-Seco J. A. Ristra EL MISTERIO DE JESUCRISTO

A Jesucristo lo contemplamos aún entre sombras, en el claroscuro de la fe; de esa fe que intenta comprender más. En esta búsqueda de mayor comprensión, de más intensa contemplación del misterio, la base de partida y constante punto de referencia es la Palabra de Dios, recibida de la Escritura, de la Tradición y del Magisterio eclesial en su íntima unidad Sobre esta base opera un método que comporta, entre otros aspectos, la necesaria atención a la historia y la no menos necesaria perspectiva metafísica, pues «una teología sin un horizonte metafísico no conseguiría ir más allá del análisis de la experiencia religiosa y no permitiría al intellectus fidei expresar con coherencia el valor universal y trascendente de la verdad revelada».