Ángel Peña JUAN XXIII EL PAPA BUENO

El Papa bueno, Juan XXIII, destaca en su vida por su gran bondad con todos. Para él no había distinción de seres humanos por su religión, raza o condición económica. Él los quería a todos y a todos ayudaba. Era amable y agradable de trato. Era una persona de Dios que irradiaba amor y que sentía la necesidad de ayudar, servir y hacer el bien a todo el mundo.

Eso no quiere decir que no tuviera que pasar dificultades. No le faltaron incomprensiones, incluso de sus Superiores eclesiásticos, que a veces lo consideraban demasiado ingenuo, que no veía el mal en los otros; o demasiado comprensivo para aceptar a las personas tal como eran y quererlas así.

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