Ángel Peña SANTA MÓNICA

La vida de santa Mónica, la madre del gran san Agustín, es una vida sencilla sin muchos milagros ni maravillas como se dan en la vida de otros santos. Su vida se puede resumir en el fiel cumplimiento de sus obligaciones como esposa, madre y viuda. Cumplió a carta cabal sus obligaciones, siendo una esposa siempre atenta a las necesidades del esposo, sin provocarlo en sus cóleras, sin contradecirlo públicamente y siempre atenta a darle gusto y hacerlo feliz.