RHONHEIMER MARTIN Ética de la procreación
Nunca antes en la historia se ha atribuido a la protección de la vida humana una importancia tan grande como en las sociedades modernas democrático-liberales en las que hoy vive gran parte de los hombres, y tampoco nunca antes se ha hecho realidad esa protección de modo tan amplio y efectivo. A pesar de las guerras, de todo tipo de formas de criminalidad violenta y de las catástrofes de mayor o menor magnitud inducidas por la tecnología, el individuo posee hoy un grado de seguridad garantizada por el Estado que no pudo experimentar en ninguna época anterior de la historia. Sin embargo, al mismo tiempo —y por paradójico que parezca— precisamente la moderna civilización de la total seguridad y protección frente a todos los posibles riesgos para la vida ha suscitado estructuras que, por más que frecuentemente se celebren como un progreso, conducen a nuevas amenazas para la vida.