Este libro debe su origen a las clases de Antropología filosófica que, en la última década, el autor impartió a sus estudiantes. En los últimos años, el texto ha ido ganando en madurez, gracias en buena medida a las preguntas inteligentes de los alumnos.
Tras haber intentado responderles siguiendo los manuales publicados, la ayuda que estos ofrecen es escasa: algunos por tener un enfoque puramente histórico; otros, a pesar de la popularidad de que gozan, por ser demasiado abstractos o limitarse a seguir ciertas corrientes de pensamiento en vez de estudiar a la persona o, mejor aún, a las personas, tal y como son.