Como escribe el padre Divo Barsotti, hablando de las apariciones de la Virgen: «Es como si de repente se volviera visible un mundo siempre presente, pero que habitualmente permanece oculto: como si los ojos del hombre adquirieran un nuevo poder visivo (...). Gracias a las apariciones tenemos la certeza de un mundo de luz, de pureza y de amor (...). La aparición hace presente el mundo redimido (...). La aparición no es pues una acción de Dios en la imaginación del hombre.
SOCCI ANTONIO El secreto del padre Pío
Quien conoce al padre Pío sabe que, en él, la experiencia de fenómenos prodigiosos era prácticamente cotidiana. Y que, al vivir normalmente nosotros en las tinieblas, nos cuesta bastante trabajo —cuando alguien nos abre los ojos— acostumbrarnos a la luz que sin embargo nos envuelve, al Eterno que es la auténtica y definitiva realidad.
Como escribe el padre Divo Barsotti, hablando de las apariciones de la Virgen: «Es como si de repente se volviera visible un mundo siempre presente, pero que habitualmente permanece oculto: como si los ojos del hombre adquirieran un nuevo poder visivo (...). Gracias a las apariciones tenemos la certeza de un mundo de luz, de pureza y de amor (...). La aparición hace presente el mundo redimido (...). La aparición no es pues una acción de Dios en la imaginación del hombre.
Como escribe el padre Divo Barsotti, hablando de las apariciones de la Virgen: «Es como si de repente se volviera visible un mundo siempre presente, pero que habitualmente permanece oculto: como si los ojos del hombre adquirieran un nuevo poder visivo (...). Gracias a las apariciones tenemos la certeza de un mundo de luz, de pureza y de amor (...). La aparición hace presente el mundo redimido (...). La aparición no es pues una acción de Dios en la imaginación del hombre.